Con la dramaturgia de Lautaro Vilo que explora los restos del 2001 y, por qué no, los de hoy, Guillermo Ghío dota a los tres personajes de "23444" de casi un imposible. Los tres son detestables pero a despecho de su voluntad son eso, lo que queda de las ruinas.
Por Teresa Gatto
“Ansiaban escaparse de su miseria,
pero las estrellas quedaban demasiado lejos.”
Friedrich Nietzsche
Tres ¿amigos?, si es que con semejante medida de las cosas se puede tener amigos, se reúnen o ya están reunidos desde siempre. Los desgraciados se juntan y el viento los amontona. Exploran distintos temas de su adolescencia, siempre algo del orden del capital se mixtura en lo que dicen, en lo que hacen. Sus acciones son todas neoliberales, su moral no se sabe, su ética inexistente.
Así como un balazo, aparecen en escena para disparar sus opiniones, juegos sádicos y palabras ofensivas, no por ser de las que no figuran en el diccionario sino justamente porque arman una cadena semántica fría y dolorosa: “si cae en default, cae en default”.
Para los que tenemos memoria es tremendo escuchar como las cosas más dolorosas son expuestas como bromas, chascarrillos despreocupados que ofenden al otro de clase. Su vestimenta es un signo de pertenencia, que un bate de béisbol esté en escena también. Son hijos del capital más rancio y así mismo construyen a sus seres desposeídos de amor con una eficacia enorme. Ellos (Norberto Portal, Patricio Schwartz y Pablo Turchi) son complementos necesarios uno del otro. ¿Quién se reiría sino de los chistes que rozan la obscenidad moral? ¿Quién sería el pato de la boda para que dos vayan contra uno?
La dirección de Guillermo Ghio hace honor al texto excelente de Vilo, en el que resuenan los ecos del 2001 y algunos “sálvese quien pueda de hoy”, y logra que estos personajes sean absolutamente repudiables porque son enormes actores y vencen la tentación de generar empatía con el público (salvo, claro está, con un funcionario del Gobierno actual que hay en una butaca).
Pheonia Velozen el vestuario, Omar Possemato en una impecable tarea de iluminación sobre la que le humo del tabaco y del incendio avanzan y el diseño del espacio escénico de su propio director, logran una obra vertiginosa que justamente por esa iniquidad de los personajes interpela justo allí donde más duele. Total, si cae en default, cae en Default.
Ficha artístico-técnica:
Autor: Lautaro Vilo
Actúan: Norberto Portal, Patricio Schwartz, Pablo Turchi
Vestuario: Pheonia Veloz
Iluminación: Omar Possemato
Espacio escénico: Guillermo Ghio
Música original: Javier Estrin
Fotografía: Fotografía Russarabian
Diseño gráfico: Matías Vega
Asistencia de dirección: Julio Rolleri, Tamara Turczyn
Dirección: Guillermo Ghio
Web: https://www.facebook.com/23344teatro/
Duración: 60 minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos
TEATRO DANDELIÓN
Av. Córdoba 2429, 1º Derecha
Reservas: (15) 3879-1089
Entrada: $ 220,00 - Sábado - 21:00 hs
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