Por Teresa Gatto
“Hoy en el tren un hombre me decía: “Sufro mucho.
Quisiera acostarme a dormir y despertarme dentro de un año”.
Hablaba por él pero también por mí"
Rodolfo. Walsh. Carta a Vicki
Dicen Walsh y un imán me lleva desesperadamente a su mundo. Me arrastra a su horizonte, me energiza de una manera que yo también quiero dar batalla en todas las Revoluciones. Dicen Walsh y me llega el rumor de ANCLA (Agencia de Noticias Clandestinas). Dicen Walsh y siento el escalofrío de la cita envenenada a la que concurrió luego de despachar la Carta Abierta a la Junta Militar[i]. Muchos aún creen que lo emboscaron por la Carta más emblemáticamente desgarradora y realista de un estado de cosas en la Argentina de 1977 (sí del 24 de marzo de 1977 a un año del Golpe)
De modo que, mi curiosidad en estos días de marzo en que la Memoria, la Verdad y la Justicia son emblema para muchos, me lleva a ver la Conferencia Perfomática de Mariano Tenconi Blanco.
Un escritorio central, en él, Horacio Marassi se debate con el significante sonido del relato de Mariano Tenconi. Un piano que le pone música en las manos de Ian Shifres hasta a las teclas que tipea el fantasmal Walsh. Todos son títeres, payasos y fantasmas. Son aparecidos. Son Des- Aparecidos.
Y comienza la lectura. Una lectura que repite Walsh, Walsh, Walsh. Lo reitera no desde la torpeza sino como un grumo, como un nodo imposible de deconstruir. Un traslado del significante que replica lo que el grumo contiene y lo despliega con sumo cuidado. Con sumo detalle. Con sumo respeto. Y a veces lo de-anda y otras lo transita.
Entonces aparece el intelectual que se abisma en el género policial que compilaron Borges y Bioy. Y claro, aparece Borges, porque el policial es otro después de él y otro después de Walsh.
Pero el fantasma de Rodolfo está inquieto, como cuando confundieron las letras W.R por R. W. en la agencia y se llevaron a un compañero que creían había escrito Operación Masacre, “Hay un fusilado que vive”[ii].
Inquieto porque fue a Cuba y en una elipsis maravillosa lo que no se narra se contornea en el cuerpo del fantasma Walsh, del payaso Walsh. ¿Un intelectual comunista, bueno, estamos acostumbrados a eso pero un intelectual peronista, qué contradicción no? Pero Walsh avanza y escribe.
¿Quién es? ¿Qué es? ¿Adónde ir? ¿Cómo ser en un teatro de operaciones que se ha llevado hasta la vida de Victoria, su hija?
El punto es que Tenconi Blanco ha logrado amalgamar su relato con la vertiginosa y desesperante situación de su héroe.
En un fondo tan negro como la Argentina de entonces y de hoy, un video replica lo dicho y después dará cuenta de cómo el tiempo gira en círculos en la Argentina.
Se dice que Truman Capote (y es cierto) escribió A Sangre Fría porque le atrajo ese género denominado por algunos Non Fiction, que utiliza un hecho real y lo novela. Y es un buen modo de resumir o tipificar un género literario. Sin embargo el gran acierto de Walsh es volver a torcer el policial desviado ya por Borges y hacer con él algo más grande que una Non Fiction. Operación Masacre, Quién Mató a Rosendo y El caso Satanovski son policiales. Sí, pero cuidado: en el policial de enigma o negro, existe un secreto, una conspiración y una investigación que tarde o temprano cae sobre el asesino y de ese modo se recobra un orden. El orden del mundo. En los policiales de Walsh, no hay orden que se restaure porque el criminal es el Estado. Y en algunos Estados de Facto o de democracia de pactos no hay justicia. ¿Le suena?
Entonces hay que volverse loco para escribir esos textos que inculpan al que siempre saldrá airoso, hay que repetir una y otra vez el nombre Walsh para ver a su fantasma payasesco bailar el baile del sin salida.
Entonces está conferencia que usa la performance en la que triangulan los 3 personajes en escena e intercambian espacio porque todos, a la postre son Walsh, tiene una arista teatral, sus rostros pintados de blanco, el cuerpo como instrumento de debate y tiene un arista didáctica y pedagógica. Saber quién es Walsh, y saber que hoy como ayer las cosas están llegando a un infierno esperado por muchos, temido por otros y desatendido por los mismos que hace 41 años decían “Algo habrá hecho”.
La contundencia de la información con que cierra la puesta contra un fondo negro es, sin lugar a dudas el corolario perfecto de aquella Carta Abierta, hoy un texto literario y de denuncia y es una jugada maestra para decir sin sonido, sólo con una proyección lo indecible que hace 40 años narrara Rodolfo. Con mucha más sangre, sí claro, pero con la misma pobreza, indigencia y falta de justicia social que entonces.
Si usted leyó a Walsh, sino lo hizo, vaya a buscarlo. Así como él buscaba un lugar en el mapa en el cuento que fue hipotexto de todas las búsquedas de Evita, Esa Mujer. Vaya a El Extranjero y encuéntrelo con la máquina de escribir y la 22 sobre el escritorio, la llevaba con él junto con la pastilla de cianuro pero como temía que se la hagan vomitar y como su umbral de dolor físico era bajo, terminaría “cantando a un compañero”. Esa 22 con la que repelió el ataque era para suicidarse. No tuvo tiempo. Entonces como un palimpsesto, Tenconi Blanco y equipo le re-presentarán y narrarán algo sobre Walsh que lo llevará directo a buscar más.
Esta sí que es una Non Fiction perfomática.
Ficha Artístico/Técnica
Dramaturgia: Mariano Tenconi Blanco
Actúan: Horacio Marassi
Narración: Mariano Tenconi Blanco
Músicos: Ian Shifres
Iluminación: Matías Sendón
Espacio escénico: Matías Sendón
Video: Gabriel Jofré, Mariano Tenconi Blanco
Música original: Ian Shifres
Meritorio De Dirección: Juana Rozas
Asistencia de iluminación: Sebastián Francia
Asistencia técnica: Osvaldo Clement
Asistencia De Producción Ejecutiva: Belén Chaud
Asistencia de dirección: Raquel Luco
Producción: Carolina Castro
Producción general: Compañía Teatro Futuro
Dirección: Mariano Tenconi Blanco
EL EXTRANJERO
Valentín Gómez 3378
Capital Federal - Buenos Aires – Argentina
Reservas: 4862-7400
Web: http://www.elextranjeroteatro.com
Entrada: $ 200,00 - Domingo - 19:00 hs - Hasta el 25/04/2017
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